sábado, 11 de abril de 2009

El Perfume - Patrick Süskind

Título: El Perfume
Autor: Patrick Süskind

EL HOMBRE QUE DERROTÓ AL "DEUS EX MACHINA"

Cuando uno termina de leer El Perfume se pregunta: ¿He disfrutado leyendo esta novela? Se trata de una pregunta de difícil respuesta, puesto que tanto negación como afirmación, aunque contradictorias, simbolizan completamente la opinión que uno puede tener de la obra de Süskind. El Perfume es una novela maravillosa y repugnante al mismo tiempo y es esta repugnancia que provoca el protagonista lo que la hace tan maravillosa. A Jean-Baptiste Grenouille no se le puede querer, ni amar. No es un hombre que pueda caer bien o inspirar ternura. A decir verdad, no se puede decir que sea un hombre y así lo quiere reflejar el autor. En ocasiones resulta tan desagradable que deseas que desaparezca y se evapore. Un sentimiento perverso cuyo punto álgido se alcanza en la resolución, en el mismo cadalso. Un final desilusionante pero magnífico, donde su muerte es el resultado esperado que, al postergarse, provoca al principio desengaño y después enfado con el propio autor, por haber desafiado las leyes de la lógica, de la moral y destrozar tus ansias de sangre con un portazo en las narices. Y es que Süskind es un escritor tremendamente poderoso, capaz de vencer al “Deus Ex Machina” asfixiante y burlarlo como si burlara al mismo demonio. Después se planta ante él y le dice: “Jean-Baptiste morirá cuando yo quiera, no cuando deba”, y así lo hace. Tal vez pueda ser un final desilusionante, no demasiado satisfactorio, pero, en definitiva, es el final del escritor dios y del autor sin temores.



SINOPSIS:


Jean-Baptiste Grenouille tiene su marca de nacimiento: no despide ningún olor. Al mismo tiempo posee un olfato prodigioso que le permite percibir todos los olores del mundo. Desde la miseria en que nace, el protagonista escala posiciones sociales convirtiéndose en un afamado perfumista. Crea perfumes capaces de hacerle pasar inadvertido o inspira simpatía, amor... Para obtener estas fórmulas debe asesinar a jóvenes muchachas vírgenes, obtener fluidos corporales y licuar sus olores íntimos. Su arte se convierte en una suprema e inquietante prestidigitación.

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