viernes, 20 de febrero de 2009

Button contra Button


El Curioso Caso de Benjamin Button es una película magnífica, salvo en ciertos detalles que emborronan el resultado. Remontándose a la semilla de la película, David Fincher (director) y Eric Roth (guionista) se basan en un relato de Scott Fitzgerald del mismo nombre. Después de ver la película decidí leer el relato (por cierto que lo saqué de una página estupenda de literatura gratis Read Book Online). Es curioso, nunca mejor dicho, que el orden de las cosas, en este caso, sí que altera el producto (o la percepción). Pienso que si hubiera leído previamente el relato mis sensaciones serían distintas. El relato de Fitzgerald es un pequeño cuento, casi fábula, que se basa en la vida de un hombre que nace viejo y muere joven. Así de sencillo es el argumento y así de sencillo su desarrollo. De hecho, si se hubiera hecho una película así sería más bien decepcionante, porque el relato es el relato y el cine es el cine. Por eso, imagino, que Hollywood se decidió a darle una mayor profundidad al asunto y, para mi gusto, aunque con ciertos defectos, han obtenido resultados excelentes.

Pero hablemos de los defectos. En primer lugar, se cambia la época en que transcurre para poder usar el artificio de la anciana que cuenta a su hija su historia en un hospital de la actualidad. Podría funcionar en cualquier otra película, pero en ésta, sinceramente, es un pegote fuera de toda lógica que estropea la dinámica de la película. Me explico. Al principio del film, aparece la madre con la hija en el hospital en cuestión. Yo entré un poco tarde y creía que estaban poniendo un trailer de otra película. La madre le cuenta una historia de un relojero a la hija y salen imágenes de los Estados Unidos en los tiempos de la Gran Guerra. Es un historia muy interesante que pretende ser una explicación a lo que le ocurre a Benjamin Button o, simplemente, un análisis metáforico de lo que supondría vivir al revés. Esos cambios de escena, entre la bien cuidada ambientación, y un hospital corriente me resultaron desagradables. En realidad, hubiera preferido que no saliera el hospital para nada.

Por otro lado, y ese es, a mi juicio, el mayor error de la película, se produce un cambio de ritmo de narración radical a mitad de la misma. Parece como si el director hubiera tenido miedo de realizar una película demasiado larga y hubiera intentado atajar. Los primeros años de la vida de Benjamin se explican con todo detalle, se encuentra con personajes de lo más interesante, como el pigmeo, su primer "amor" esa señora casada, o el capitán de remolcador. Sin embargo, llega un momento, cuando comienza en serio su relación con Daisy, que el ritmo narrativo se empieza a acelerar y ya no se desarrolla nada en detalle. Tienen un hijo en cinco minutos, se va en cinco minutos, se pasa viajando años en cinco minutos, se hace niño en cinco minutos y termina en cinco minutos. Si se temía hacer una película demasiado larga, mejor condensar toda por igual.

Después ya hay otros detalles que dependen de gustos. En cuanto a la fidelidad al relato, la película lo ha mejorado, cambiando ciertas cosas, porque de otro modo nunca se podría haber rodado. Pienso que en ese aspecto se ha acertado. En general es una gran película y Brad Pitt opta al Oscar. Yo no se lo daría, porque más que una buena actuación ha tenido un buen maquillaje, pero ya veremos lo que pasa.

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